CARTA BALADÍ

miércoles, 28 de noviembre de 2012

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El esfuerzo que han puesto en su último disco los madrileños Carta Baladí, titulado Con humilde osadía, va dando sus frutos. Y es que después de ocho años de duro trabajo y con otros dos discos a sus espaldas, el cuarteto viene pisando fuerte con un CD doble que les está haciendo ganar su lugar en el mundo de la música.


E: ¿Cómo nace Carta Baladí?
César (cantante): Un poco por casualidad. Javi (guitarra) y yo íbamos juntos a clase de guitarra, y un día me comentó que conocía un batería con el que podíamos tocar. Empezamos haciendo versiones fáciles, y luego seguimos con canciones que yo tenía compuestas. Al final nos lo tomamos en serio, y a los dos meses ya dimos nuestro primer concierto. ¡Y qué concierto! Fue un desastre en cuanto a profesionalidad se refiere, pero lo pasamos muy bien. Después de esto, empezamos a grabar. Todo lo hemos grabado nosotros, desde que empezamos en 2004.

E: ¿Qué más recordáis de ese primer concierto?
C: Surgió de unos amigos que iban a dar un concierto. Nos apetecía mostrarnos al mundo, y tuvimos nuestra primera oportunidad. El sabor del escenario engancha, y a partir de ahí seguimos dando directos sencillos y gratuitos. Ahora, cuando nos vemos desde fuera y con el paso de los años, nos hace gracia, a veces pienso ‘¡pero qué mal cantaba!’, pero año tras año hemos ido mejorando y controlamos todo aquello que antes nos ponía nerviosos.

E: ¿Cómo se está recibiendo entre el público Con humilde osadía?
C: Parece ser que las críticas de los medios son muy favorables. Sorprende que sea un disco doble, que tengamos una canción de media hora, la presentación, las fotografías,… A través de las redes sociales hemos visto que a la gente le está gustando. Estamos satisfechos con lo que estamos consiguiendo, porque teníamos la espina de los otros discos que grabamos en 2009. Los grabamos de un modo precario, casero. A veces nos damos cuenta de que tienen su encanto, su sonido de la época, y nos entra nostalgia, pero son difíciles de escuchar. Teníamos un sabor agridulce, sobre todo después de grabar el segundo disco, que tenía buenas canciones pero lo grabamos rápido y nos quedamos insatisfechos. El público pensaba que teníamos mejor directo que grabado, pero para que el público vaya a los conciertos hay que entrarle con el disco.

E: ¿Cómo está el mundo del rock actualmente en España?
C: La mayoría de los grupos tienen que autoproducirse, autogestionarse, autoeditarse. En nuestro caso, tenemos la suerte de contar con una discográfica independiente que nos lleva la gira. En la mayoría de los conciertos y festivales siempre se ven los mismos nombres. Está muy bien que se promuevan a aquellos que mueven a las masas, pero no se dan oportunidades a los nuevos grupos. Y son muchos, aunque la mayoría son poco originales y no aportan nada nuevo. Es difícil sobresalir si no tienes una promoción multimillonaria para que, como mínimo, te conozcan un poco, aunque sea de vista.

E: Vosotros habéis producido el disco. ¿Cómo ha sido el trabajo hasta lanzarlo al mercado?
C: Es mucho trabajo. Entramos a grabar en agosto de 2011 y prácticamente estuvimos en el estudio todos los días hasta diciembre. Hemos grabado muchas maquetas para tener claros los arreglos, para que las estructuras de las canciones quedaran bien fijadas,… La canción de media hora tiene 120 pistas grabadas, ¡imagínate! Todo el proceso ha requerido mucho esfuerzo, pero cuando ves el producto final, todo ha merecido la pena. Por otra parte, no todo el trabajo se hace dentro del estudio. Cuando acabamos de grabar, trabajamos otros cuatro meses en la postproducción del disco, y finalmente queda todo el tema de prensa, presentaciones acústicas, etc. Hay tanto trabajo que es imposible cuantificarlo.

E: ¿Cuál ha sido el paso decisivo para dar el gran salto?
C: Sin duda, tomarnos las cosas con calma. Como ya he dicho antes, en 2009 sacamos los dos primeros discos, muy ansiosos por mostrarnos al mundo. No fuimos conscientes de que necesitábamos madurar la producción de un disco. Lo habitual es sacar un disco cada dos o tres años, para que haya gira, promoción, y para que la gente se dé cuenta de que ese disco existe. Con humilde osadía está muy cuidado, y al final tiene sentido salir de gira, invertir dinero en promocionarlo, hacer una edición de lujo como la que hemos sacado,… Otro factor importante es madurar como persona para que te tomen en serio, ya que la imagen que uno proyecta a los demás es la que vale. Si haces grandes canciones pero no haces las cosas con cuidado, ese trabajo no vale nada.

E: ¿Cómo surge una canción de media hora?
C: Al principio, era una canción normal. El problema es que no le encontraba final, así que le di muchas vueltas e intenté acabarla, pero nada. A la semana siguiente, compuse otra canción que hablaba de lo mismo pero desde otra perspectiva, y tampoco tenía un final. Se me ocurrió juntarlas, y cuando estábamos tocando en el local, pasé de la primera parte de la canción a la segunda y salió adelante. Nos quedamos muy a gusto con lo que compusimos y lo celebramos varias veces.

E: Ya habéis tocado esta canción en directo.
C: Sí, una vez, y espero que la hagamos otra. En ese concierto, fue la canción más cantada por el público. De hecho, pienso que es la mejor del disco, pero no es para hacerla en cada directo, porque no siempre vamos a poder contar con tanto tiempo.

E: ¿Cómo aparece la idea de incorporar instrumentos como violines, saxofones,… en el disco?
C: Cuando componemos las canciones, nos imaginamos qué puede quedar bien y qué le daría color al disco para ayudar a romper la monotonía. Se trata de reinventarse e incorporar lo que los temas piden, y esto es posible porque tenemos la gran suerte de conocer a bastante gente dentro del mundo de la música, amigos que están dispuestos a colaborar. Nacido de la enfermedad, el tema de media hora, es el más arreglado. Tiene dieciséis violines, nueve violas, diez chelos y dos contrabajos, y todos están grabados por la misma persona. Todo esto no se echa de menos en un directo, porque los conciertos tienen un plus de energía que no se da en el disco.

E: Contáis con tres colaboraciones en este disco.
C: Sí, han grabado con nosotros José Manuel ‘El Dos’, cantante de Frutas y Verduras, Kike Suárez ‘Babas’ y Mar Cabello, de El Mar de Yang. Teníamos ganas de compartir nuestro trabajo con gente a la que admiramos. Esto hace el disco doblemente importante, hace la obra más grande.

E: Las comparaciones, ¿son odiosas o halagan?
C: Un poco de las dos. Son odiosas, porque a nadie le gusta que le etiqueten, y además con las comparaciones lo que se hace es negar la propia individualidad de un artista, lo que duele en el ego más profundo. Por otra parte es comprensible, y si nos comparan con los grandes, como Marea y Extremoduro, no lo vamos a despreciar. En cuestión de público, preferimos la calidad a la cantidad, pero la calidad no da de comer, y con tener la mitad de fans de los que tienen los grandes, ¡ya pueden decir lo que quieran de nosotros!

E: ¿Cómo os inspiráis para componer?
C: La verdad es que no lo sé, porque va sobre la marcha. Te llega una idea, a veces sin saberlo, y todo lo demás va saliendo solo, sin quererlo, que es como tiene que surgir. Si no fuera así, las obras serían artesanales y no artísticas, y esto se nota, pues no son canciones tan profundas.

E: ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser músicos?
C: Hay muchas cosas buenas, pero la mejor de todas es transmitir sensaciones con tus canciones, a veces sin ser consciente de ello. Lo más grande que una canción tuya puede hacer es hacer pensar a la gente que duda. Lo peor es que no tenemos convenio ni nada parecido, todo lo tenemos que poner nosotros. No se promociona lo que se hace ahora, sino lo que ya se ha hecho y se sabe que se vende. Realmente se cuenta con muy pocos medios para llegar a un público amplio.

E: Por último, ¿qué es el público para vosotros?
C: Es una motivación para creer que merece la pena salir a tocar donde sea. Aunque sea sólo por un fan que te reclame y que esté lejos, por complacerle se hace lo que sea. El público es el que manda, y es ahora cuando vamos a salir a ver la respuesta que nos da. Nosotros no hacemos canciones para el público sino para nosotros, pero compartirlas con ellos es lo que le da sentido a todo. 



Dani, Javi, César y Néstor (Carta Baladí).

Puedes seguirles en: 

Gema Quintans.

2 comentarios:

Irene dijo...

Se nota que os estáis currando muchísimo el blog, la entrevista está genial. Os he hecho un poco de promoción en la última entrada que he publicado ;) Un besito!

En Marcha con M de Música dijo...

Muchas gracias Irene! Ahora nos pasamos a leerla, gracias por ayudarnos en tu blog! =) un beso!

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